LA LAVANDERÍA

LA LAVANDERÍA

Alfonso Gutiérrez Caro (Profesor Cea Río Mula)

Puso el programa delicado de la lavadora y se olvidó del mundo. El tiempo se paraba cada jueves, siempre a la misma hora, en la lavandería que hacía esquina con el viejo videoclub. El lugar donde la conoció, aquella que consiguió abrir unas compuertas que parecían cerradas a cal y canto, la que llenó de felicidad una carcasa áspera y desconfiada. Ella ya no existía, pero (por alguna extraña razón) él no dejaba de volver a la lavandería, como si algún tipo de fuerza tractora invisible le arrastrará a aquel cubículo todas las semanas. Como si esperara que los astros volvieran a alinearse, que cayera otro rayo en el mismo lugar, el chasquido de un mago que le devolviese aquello que sabía que no podía regresar… como si los milagros ocurriesen.

Entonces una mano se posó sobre su mano, despertando una catarata de sensaciones que ya creía perdidas. Se había equivocado de lavadora, pero gracias a eso volvió a soñar. Un estúpido desliz, una casualidad, puede que un resorte del mismo destino que volvió a poner algo maravilloso en su camino. Aquel día no saldría solo de la lavandería, alzaría la mirada y suspiraría de forma diferente. Volvió a su lavadora y abrió la puerta, dejándose llevar de nuevo por el mundo.