jueves, 7 de marzo de 2024

EL VUELO - INMACULADA NOGUERA BOLUDA Ella creció entre olivos, entre flores de almendro y aroma de azahar. Con el río fluía mientras escuchaba a los pájaros cantar. De dulce mirada y gracia salada, con ellos se comparaba y con la mirada amorosa de su padre soñaba. Era la pequeña de cuatro hermanos, a los que amaba con ilusión. Aunque los méritos fueran para ellos, porque ella era mujer, y su libertad y sueños quedaban en segundo lugar, sus ganas de volar enjauladas en un pajar. Pero nadie le impedía soñar. Fue educada para ser una mujer de su hogar. Saber cocinar, coser y remendar. Pero ella quería más. Quería volar. Hija, hermana, esposa y madre, demasiada carga en su costal. Pero ella quería volar. Ella contenía mundos de misterio y magia. Soñaba con bosques salvajes, con cielos sagrados ardientes de estrellas. Y empezó a vivir con el alma en llamas. Sin rencor. Sin esconder. Sin callar. Sin negar. Dejó brotar su esencia de mujer salvaje para volar. Porque es mejor estar loca a estar muerta. O, lo que es lo mismo, a vivir poco a poco muriendo. Se liberó. Y con su vuelo emergió de las profundidades de su mente. Y también de las de su corazón.

lunes, 19 de febrero de 2024

Prometo que… Media luna veo desde mi ventana. Mi ventana así la llamo. Porque ahora soy yo el que se asoma por ella. Una ventana inesperada pero anunciada: el correr del tiempo me la ha regalado provisionalmente. Desde mi ventana dejo correr mis sentimientos donde llegan al patio en el que paso la mayor parte del día. Un patio vacío veo desde mi ventana. Ese patio que me regala vida con los que comparto junto a mí esas horas de sol. Horas, risas, confesiones y un poquito cada día de aliento y fuerzas para continuar sintiendo desde mi ventana. Esa media luna sigue ahí, como una postal mandada del cielo para mí, una media luna que seguirá su curso y en varios días terminará por llamarse luna llena. Luna, te miro y solo te pido que me regales cada noche tu hermosura a través de mi ventana. Me conformo con solo poder sacar el brazo para intentar acariciarte, Porque no puedo quejarme, todavía puedo adorarte, mirarte, mucho más contemplarte. El brillo lo pones tú, junto a tu misterio y magia. ¡Ay, amiga mía! Y aunque estos fríos barrotes de hierro sean el obstáculo que impide acariciarte, prometo seguir buscándote todo el tiempo que le quede a mi condena para poder sentirme vivo cada noche desde mi ventana. Hay días que amanecen como hoy, que vives por vivir perdiendo el tiempo. Y hay días en los que sientes soledad y buscas una voz en el teléfono. Hay días que se marchan y nos dejan llorando. Hay días que te dejan al pasar una sonrisa. Hay días que se han quedado siempre junto a ti y vuelas alto. F. J. O. G.

jueves, 1 de junio de 2023

Una nueva versión de Don Quijote, redactada por una antigua alumna del CEA Río Mula. Disfrutad de su talento.

 

Escribo para hablar del único hombre inmortal, un tal Alfonso Quijana, o Quesada, o Quijada, quien venía de un lugar perdido en Castilla-La Mancha, de nombre olvidado. Un hombre, de existencia cuestionable, que ha movido los pilares de nuestro mundo, y que las generaciones parecen haber dejado en los pretéritos incógnitos a cambio de aventuras modernas, amoríos fugaces y sociedades tecnológicas.

Corrían los primeros años de nuestras vidas cuando cruzábamos caminos con tal señor; y, con seguridad, lo hemos visto más veces, incluso, de las que recordamos; solo hace falta escuchar los ecos de su voz en nuestro pasado y, a veces, cruzar la frontera arisca en dirección a la Mancha, descubriendo así sus huellas.

Hemos luchado contra grandes molinos junto a él, contra ejércitos formados por unas cuantas ovejas desgraciadas, acompañados hasta la eternidad por un vástago regordete, mal hablado, campechano, y un caballo escuálido de pasos lentos, torpes y algo cansados. Hubiéramos conquistado el amor de la bellísima Dulcinea del Toboso si no nos hubiera frenado la espada del Caballero de la Luna. Llegamos a liberar a pobres y a esclavos por la gloria de nuestros nombres y por la fuerza del corazón de los guerreros. Descansamos en castillos, que alguien quería hacer llamar ventas. Nos sumimos en sus locuras y, lentamente, nos dormimos en la cordura que provoca la muerte, tras haber conquistado, como héroe y como amigo, la tierra donde aún el Sol no se ponía.

 

En ningún momento el hombre inmortal nos ha dejado solos; sin embargo, ha llegado el día de que nosotros no lo abandonemos a él.

 

Este es el momento de nuestra vida en el que volver a conocer a Alfonso Quijana (o Quesada, o Quijada) no es una recomendación: es una obligación. Un compromiso que hemos de adquirir con ese extraño de yelmo plateado y barbas blancas, con tal de encontrarnos a nosotros mismos.

No es el hombre inmortal quien nos necesita: la Tierra perecerá, mas él será eterno: somos nosotros quienes lo necesitamos cada día más, en este lugar de miedo y despropósito. Puede que todo se corrompa, pero su mano, cálida, siempre nos recoge del subsuelo dostoievskiano.

Abandonad sin miedo la creencia de que conocéis quién es el hombre inmortal, del que tantas y repetidas veces me habéis oído hablar. Sabéis su nombre común, aunque solo eso; porque, en realidad, nadie le conoce como debiera conocérsele.

Es hora, pues, de que lo cojamos en su entereza, sin más cuentos con dibujos y versiones pobres adaptadas: solo nosotros, las páginas que Miguel de Cervantes escribió, y él.

 

Él.

El hombre inmortal.

El eterno Don Quijote de la Mancha.

 

Hay innumerables libros. Lecturas intrigantes llenas de misterio, amor, aventuras. Así que… perdonadme si mi invitación es demasiado altiva: estáis invitados y, al tiempo, obligados a regresar a un relato con el que toda novela moderna se queda en cueros. Un libro que cambiará hacia el bien y nos descubrirá facetas nuestras que no esperábamos y que nos serán necesarias para los futuros que nos vienen.

No os preocupéis: Don Quijote nunca decepciona. Tiene todo lo que promete, y más, mucho más de lo que parece. Don Quijote está unido a nuestra historia, y ya no podéis huir de él. Es hora de que emprendamos de nuevo sus historias, ahora con unos ojos renovados. Don Quijote no es una novela común ni ninguna antigualla: es el libro de la humanidad; y Don Quijote de la Mancha es el humano más humano.

 

Un día, Alfonso Quijada se levantó y dijo:

 

Yo sé quién soy y sé qué puedo ser.

 

Es el momento de que nosotros también lo sepamos, y solo el hombre inmortal puede ayudarnos. Si Dios existe, nos ha mandado a Don Quijote de la Mancha para salvarnos.

miércoles, 26 de abril de 2023

El domingo 23 de abril se celebró el día del libro. Rindo un pequeño homenaje a los libros con esta poesía.

Libros, libros… 

compendios de experiencias y sabiduría, 

arcones de tesoros escondidos 

esperando los ojos asombrados 

deseosos de viajar a lugares remotos 

o dejarse llevar a países inventados. 

 

Libros de interminables maravillas 

donde todo es posible. 

Te harán reír o enjugarán tus lágrimas, 

consolarán tus penas 

poniendo en tus heridas

palabras curativas. 

Abrirán tu intelecto a mundos paralelos, 

devolverán las alas a tu sed de fantasía. 

 

Libros, 

esa riqueza que no acaba, 

que nunca te hará daño, 

que no te pide nada. 

 

¡Qué gran regalo, un libro! 

Date un paseo por sus páginas: 

La mejor medicina para el alma. 

 


Clemencia. Martes, 23 de abril de 2013

lunes, 20 de marzo de 2023

QUISIERA...PAZ


 

 

Quisiera que la paz, esa dulce palabra, 

se instaurara en el mundo y se instalara en mi alma. 

En el fondo, no sé dónde empieza y acaba 

ese estado sereno o ese infierno de rabia. 


                  

                    Es muy fácil querer que países ajenos 

                    dialoguen y decreten: «¡Se acabaron las armas!».

                    Pero también en mí se acrecienta el deseo 

                    de que la paz invada la oscuridad de mi alma, 

                    que la luz se abra paso e ilumine su centro 

                    como aquel suave bálsamo que apacigua las aguas. 

 

  Yo no quiero las guerras en países lejanos, 

      pero aún quiero menos las batallas cercanas. 

          Dentro de mí y afuera, con amigas, familia, 

               en trabajo, comercios, gentes que están de paso... 

 

Guerra y paz dentro y fuera. 

¿Dónde empieza y acaba 

esta paz, esta guerra?

 

Clemencia. Lunes, 6 de febrero de 2023

¡Hola! Otro trabajo de Filología Inglesa (UNED). Espero que os guste. Es el Hallelujah de Leonard Cohen que recitamos siete compañeros de estudios. 

 


 

Club de lectura

Entrada destacada

INAUGURACIÓN BLOG CEA RÍO MULA (Entradas a centroriomula@gmail.com)

Desde el Centro de Educación de Adultos del Río Mula se ha creado este blog como un entorno común donde nuestro alumnado, y el resto de la ...

SÍGUENOS EN REDES SOCIALES

Síguenos en Facebook Síguenos en TwitterSíguenos en Instagram Síguenos en YouTube