Antes de partir

 Erase una vez un príncipe solitario en una tierra muy lejana, odiado y temido. Cualquiera que escuchase hablar de él solo escuchaba una versión terrorífica. Los rumores no encajaban con su personalidad y quienes le servían sabían la verdad..

Después de años de lamentos y desprecios, su hermano menor, Natan, planeó la muerte de su hermano para obtener la sucesión al trono. Enloquecido de celos y envidia apuñaló a su hermano mientras dormía.. Su amante, esa misma noche, no podía dormir por un terrible presentimiento, angustiada se dirigió a la habitación del príncipe pero se encontró con una imagen desgarradora; el príncipe tirado en el suelo mientras se desangraba. Ella corrió hacia él y lo tomó entre sus brazos. 

-¡Socorro!. ¡Necesito un doctor!, gritó con desesperación, abrazando el cuerpo de su amado mientras gritaba del dolor, -¡Aún no te vayas, por favor, no me dejes!, le susurraba con tristeza. 

Nadie llegó, nadie le ayudó, el príncipe murió y a nadie le importó. 

Violet, su amada, se levantó irreflexiva, con pasos lentos y ligeros agarró la espada incrustada en la pared,, con una mirada apagada acabó con todo aquel se le cruzara; nada le iba a impedir acabar con aquellos que se atrevieron a dañar al príncipe heredero. Tenía la sospecha de que el príncipe Natan estaba detrás de todo esto, con una sonrisa en su rostro y su sangre hirviendo se dirigió hacia él. 

-¿Violet?-al mirarla con sangre una expresión de angustia se formó en su rostro -¿Qué crees que estás haciendo?, Si me matas, acabarás muriendo!, exclamó miedoso. 

Pero Violet no respondió, tenía una mirada fría y apagada, como su su alma no se encontrara. 

-Si bajas eso puede que te perdone la vida. 

Violet se rió con ironía, -Me temo que no será necesario, Emperador. -Natan al notar que le había descubierto y estaba a punto de morir, hizo lo mejor que suele hacer: huir. 

-Ni te molestes, antes de llegar a ti me aseguré de tener tiempo de sobra. 

La blanca y limpia habitación se manchó de un rojo carmesí, no se detuvo hasta que sus brazos se entumecieron del dolor, los guardias reales lograron calmar a Violet y el emperador la culpó de traición y fue condenada a pena de muerte. Durante 3 días fue humillada y discriminada, fue atada bajo el sol donde la mayoría le gritaba y humillaba. 

El día tan esperado finalmente llegó, sus manos fueron atadas detrás de su espalda mientras la obligaban a ponerse de rodillas. 

-¡Decapiten a la traidora!

-¡Tirana!

El bullicio de la gente hacia eco en el lugar, el sujeto miró a Violet y le preguntó "¿Tienes unas últimas palabras?" a lo cual ella respondió.

-el mundo podría colapsar y me daría igual, la vida sin Lancelot no es vida. -En su voz se notaba el dolor y la melancolía. -Hazlo, concédeme el deseo de estar con él una vez más -cerró sus ojos y aceptó la muerte con un abrazo. 

Cuando la cuchilla acarició su cuello ella abrió sus ojos y se encontraba en su antigua habitación, aturdida posó su mano en su cuello mientras respiraba desesperadamente ¿Fue acaso todo un sueño? No, definitivamente no lo fue. Ella murió, pero entonces ¿Por qué volvió? 

Su garganta picaba y tosía sangre. Se levantó de la cama, pero su cuerpo era débil y al solo poner el pie en el suelo está se tumbó. Entre respiraciones largas y pesadas empezó a llorar, no por dolor, sino de alegría. Dios no la había abandonado. El universo le concedió una segunda oportunidad. 

-Esta vez me aseguraré de protegerte, murmuró con felicidad. 

Pero sí aún estaba encerrada en esta habitación significaba que aún faltan cinco años para conocer a Lancelot. Tenía tiempo suficiente para cambiar el destino, pero no podría hacer mucho estando encerrada en esta habitación, necesitaba salir a toda costa. 

El marqués no le haría fácil la situación, pero si quería encontrarse con su amado debía escapar. Aunque recordaba el entrenamiento de su vida pasada, su cuerpo no le ayudaba, la idea de usar fuerza bruta estaba descartada. Entonces, quizás si demostraba ser de utilidad quizás incluso podría cambiar su manera de vivir. Aún no llegaba a la ruina del marqués, podría ayudarle a salvar su estatus mientras se facilita el camino; solo necesitaba manipularlo y luego lo desecharía. 

Violet conocía los puntos débiles del marqués, lo cual le facilitó el plan. Persuadirlo no fue complicado, pero manipular a la marquesa conllevó tiempo, y en solo tres meses los tenía a la palma de su mano. En su vida pasada estos la salían tratar mal, pero desde que su riqueza creció la adoraban como princesa. Tal como Violet prometió sus riquezas y estatus crecieron. 

En el jardín se encontraba sentada jugando al ajedrez, moviendo su primer peón. -Necesito a un aliado, pero ¿quién podría ser el indicado?- recordó a Mayne, el caballero honorario de la realeza . -¿Cómo podría convencerlo para trabajar a su lado?. No tenía mucho conocimiento sobre él, más solo la enfermedad de su pequeña hermana podría darle la fórmula del antídoto para salvarle, pues su muerte le afectaría al punto de enloquecer y abandonar el imperio. Quizás si le ayudaba se ganaría su favor y podrían ser aliados. 

Mientras tanto en la mansión imperial se encontraba el príncipe Lancelot, quien solía estudiar y practicar día y noche. Quería demostrarle a su padre que era capaz de lograr muchas cosas, pero menospreciaba su esfuerzo. Los sirvientes solían faltarle al respeto y no le consideraban el gran maestro. Lancelot era un hombre de un corazón muy puro o quizás muy inocente. él no miraba a las personas por estatus, era incapaz de comprender por qué existía tanta diferencia entre las personas si eran todas iguales. 

A pesar del daño recibido constantemente, Lancelot nunca se rindió, él quería ser lo suficiente para alguien, pero ¿exactamente a quién?  , ¿quién era esta persona que le inspiraba a seguir?. 

Su madre, la Emperatriz falleció al dar a luz a su hermano menor, quien fue llamado Natán. Su nacimiento solo le trajo más desgracias, pero jamás demostró odio hacia su hermano. 

Al cumplir sus 17 años le pidió a su padre poder inscribirse en el ejército y permitirle partir a la gran batalla entre naciones. Su padre, que aún no le aceptaba como hijo, le permitió ir, pues no creía en sus grandes cualidades con la espada, pensando que sería una buena idea para deshacerse de él, y así que  Natán obtuviera el derecho al trono. Pero Lancelot regresó con victoria en cada una de sus batallas. Ganándose el favor y gracia del pueblo, muchos nobles empezaron a adorarle. Y su imagen como 'príncipe aterrador', ya no existía. 

Finalmente, su padre fue capaz de reconocer las hazañas de su hijo. Orgulloso de él, prepararía un gran banquete y así anunciaría al próximo heredero al trono. Nata,n, su hermano, incapaz de aceptar tener solo el título de príncipe decide tomar cartas en el asunto. Aún no anunciaban el nuevo cambio de heredero, ya que si el emperador moría antes de anunciarlo, Natan tendría el absoluto control sobre el imperio. Culparía a su hermano de traición y viviría una vida de plena gloria. 

Incrustó una pequeña dosis de veneno en la comida del emperador. Él quería que su padre muriera lentamente, una vez más Natan demostró su gran cualidad para manipular a las personas, tenía a todo sirviente, y cada guardia de su lado. 

Pensaba que tenía la victoria asegurada, pero no contaba que detrás de su plan existía un gran obstáculo, su nombre; Violet. 

Durante cinco años se apoderó de muchas tierras, tenía ojos y oídos en todas partes, y su mayor as bajo la manga era, nada más y nada menos que el caballero honorario. Después de haber salvado a su hermana y brindarle un gran apoyo económico y psicológico, Mayne se convirtió en su fiel caballero y en su más grande servidor. 

Tan pronto como Mayne se enteró de la sustancia que contenía la Adelfa, fue a contarle todo el plan que Natan había creado. 

-¡Qué lástima que aún esta vida sigas siendo un pedazo de..., se detuvo y pensó en una mejor respuesta. -Voy a necesitar que investigues más sobre esa planta si nos entrometemos ahora puede que salvemos al emperador. 

-Mi reina, ¿podría hacerle una pregunta? 

-¿Qué sucede?, ¿Charlotte se siente mal otra vez?, ¡Lydia!

-Oh no, no es eso mi reina, respondió posando una mano en su pecho. 

-¿Entonces, qué es?, dime, preguntó curiosa. 

-Si el emperador fue quien mandó su ejecución, ¿por qué es tan generosa con él?. Violet le había confiado el secreto de sus constantes pesadillas. Se refugiaba en sus brazos cálidos mientras lloraba. Ella confiaba ciegamente en él, y sabía que podía decirle que recordaba su vida pasada sin ser juzgada de ser bruja. 

Violet sonrió con tristeza y se acercó a él. Apoyó su cuerpo contra su escritorio y le dijo: "El emperador es alguien muy importante para Lancelo, no pude salvar a su madre, pero no le quitaré a su padre. De todos modos, aunque mandó mi ejecución, no puedo odiarlo; el morir me hizo volver. 

-Pero mi reina, Violet le interrumpió sonriendo con tristeza, tratando de decirle que no era momento de hablar de eso. Mayne cerró sus ojos y contuvo sus ganas de abrazarla. Tomó una fuerte respiración y respondió: "se llama Adelfa, no existe antídoto. Una vez ingerida podría provocar la muerte en cuestión de horas. Por suerte, la porción ingerida es poca". 

-Necesitamos más personal, Natan sigue siendo el príncipe heredero así que atacarlo directamente no es una buena opción. Mayne debes asegurarte que el emperador no ingiera más Adelfa. Yo me encargaré de lo demás. Y, por favor, regresa a salvo. 

Violet movió su segunda torre, Natan iba a caer tarde o temprano y el ganador saldría a la luz. 

El Estado del emperador estaba tenso a pesar de que se logró detener el fluido de la Adelfa. No se sabía en qué momento podría recaer. De todos modos se logró celebrar el gran banquete, y Lancelor oficialmente fue reconocido como el heredero al trono. 

Todos celebraban las grandes hazañas del príncipe heredero, también conocido como el caballero justo. Pero, aunque obtuvo el derecho al trono no se sentía satisfecho, para él gobernar el imperio sin ella no era nada.; pues se había enamorado de una mujer que solía aparecer en sus sueños, y quizás ella no era real, pero vivir en una ilusión a veces no está mal. 

Mientras él buscaba rastro de la mujer de su sueño y ella le protegía detrás del telón. 

Lamentablemente hay situaciones que no se pueden evitar, y cada acción tiene su precio. Una vez más Natan entró en acción, tomó la daga y caminó en dirección al príncipe. Violet volvió a sentir ese terrible presentimiento, angustiada corrió en busca de Lancelot. 

Pero entonces se escuchó un fuerte grito acompañado con un estruendo, Lancelot se había lanzado encima de su hermano inmovilizándolo, -Con el derecho que se me concede quedas arrestado por intento de asesinato al emperador, habló con seriedad, mientras Mayne le arrestaba. 

Toda la gente estaba asombrada. Muchos empezaron a susurrar por la situación, y otros a aplaudir por la valentía del príncipe. Y a lo lejos, Lancelot se encontró con la profunda y brillosa mirada de aquella mujer que aparecía en sus sueños, finalmente la había encontrado, era real. No solo salvó a su padre, también encontró a su amada. 

Natan fue desterrado del imperio ese mismo día. Fue humillado y se les despojó de todos sus derechos y pertenencias. Su estancia en el país no era bienvenida, él solo poner un pie en una de las tierras del emperador sería condenado a muerte. Y todo aquel que le ayudase sería considerado como traidor. 

La segunda torre de Violet le entregó un expediente de información del príncipe Natan, donde se encontró que tenía una extraña enfermedad de origen desconocido. Presentaba síntomas graves y debía ser tratado con urgencia. Además de tener una lista de personas que había llevado a la ruina y buscaban venganza. El destino le había preparado un castigo divino, él pagaría sus pecados de su anterior vida y de esta. 

Un futuro glorioso y abundante le esperaba al nuevo emperador, Violet finalmente podría descansar y disfrutar su larga vida al lado de su amado, Mayne por otro lado no podría confesar sus verdaderos sentimientos y aunque en esta vida no podría estar con ella, le bastaba el estar a su lado apoyándola.